El Monologo Interior de Peter

Caminé en la escuela y sabía que mi vida va a cambiar. No quería estar aquí. Quería estar en mi casa, y jugó con mis juguettes. La escuela era muy grande, pero me pareció que la escuela era cerrado con puertas como una prisión. El primer persona que conocé era Father McEnroe, y me ayudó sentir mucho mejor sobre venir aquí. La mayoría de la gente rica no quieren a mi, pero, Father McEnroe era diferente. En su opinion, mis amigos, los niños ricos, y yo eramos los mismos.
Entré la clase con mis amigos y Father McEnroe, y lo escuché decir a los chicos nuestros historias. Aunque sé que los niños ricos no me aceptan, Father McEnroe me hace sentir que todo va a estar bien. Todos los niños me dan miras fuertes, especialmente esto niño rubio, y sé que la semana primera va a estar muy difícil. Father McEnroe se move un hombre a un escritorio diferente y me dijó sentar allí.
El niño enfrente de mi se llama Gonzalo, y sé que vamos a estar buenos amigos.
Gonzalo me ayudó durante escuela para que no estaba solo. Aunque todos los niños ricos no les gusta a mi, Gonzalo estaba simpático a mi y nada más era importa. Escuela no era tan malo como pensé que sería. Y Father McEnroe y Gonzalo hicieron mi vida muy fácil.

Inmigrante

Hola Madre,

Era muy difícil venir a los Estados Unidos, especialmente sin tú. Tomó mucho tiempo para el gobierno me permitieron entrar, pero después de diez días, obtuve mi visa y crucé la frontera. El primero vez que pisé sobre el suelo de los Estados Unidos, sintí alivio. Después de todo mi trabajo difícil, finalmente logré mi meta.
Tomé un autobús a San Francisco porque siempre he querido ir allí. Cuando llegué, ni siquiera podía creer que estaba allí. Casi me desmayé debido a mi feliz. Crucé el calle, ¡y un taxi casi me mató! Pregunté un hombre sin hogar como ir al centro de la ciudad, y él comenzaba gritar a mi. Tomé un taxi y me preocupé que no llegar.
Me gusta la ciudad para el mayor parte, pero tengo muy miedo porque no sé donde ir. Muchas personas son muy extraño, y no hay como los personas a hogar. Especialmente los personas sobre los autobuses...eran muy, MUY extraño. Pero en general, me gusta San Francisco, aunque me extraño hogar.